jueves, 21 de febrero de 2008

La inspiración alguna vez anduvo por aquí...

El carrousel se detuvo en un misterioso instante.

La magia se desprendió de tus ojos e iluminó la habitación.

El tiempo se congeló bajo mis manos al rozar tu cuerpo.

Los pretextos y reproches se suicidaron cuando se aceleró tu corazón.

Nuestras risas maquillaron las heridas.

Nuestro silencio fue lo mejor que pudimos decir.

Nuestras manos recordaban el camino, tu piel volvió a ser una extensión de la mía, hasta tu olor parecía permanecer intacto...

Y TE AMÉ.

YO TAMBIÉN TE AMÉ.

En esa brecha mística cual agujero negro.

Entre esas paralelas increíbles que trazamos sin premeditarlo.

En ese instante mágico donde volvimos a burlarnos de la distancia, dejamos de lado las máscaras, y ya sólo nos permitimos SER.

OJOS DE PERRO AZUL... OJOS DE PERRO AZUL... OJOS DE PERRO AZUL...

Sé que mañana lo recordaré...

ACLARACIÓN: Por si acaso, este texto es viejo... Muy viejo...